¿En dónde estás?

Acaso en la sonrisa de los niños
en la mirada de los enamorados
en la esperanza del anciano
en la ternura de las madres
en la inmensidad del universo
en el ímpetu del mar
en la riqueza de la tierra
¿En dónde estás?, ¡Que no consigo encontrarte!

Me cuesta tanto escucharte,
cuando me hablas en los éxitos,
cuando me hablas en los fracasos,
cuando me hablas en las alegrías,
cuando me hablas en las tristezas,
cuando me hablas en la salud,
cuando me hablas en la enfermedad.

Me cuesta tanto seguirte,
cuando me hablas en tu palabra,
cuando me hablas en tus milagros,
cuando me hablas en mi interior,
cuando me hablas en el corazón.

Los colores del cielo me hablan de ti,
la pureza del aroma de las flores,
el trino de los pájaros,
el nacimiento de un nuevo ser,
la sobriedad de la fauna,
las palabras de aliento de los sabios.

Muchos dicen sentirte:
en cada llanto,
en cada risa,
en cada vida,
en cada muerte,
en cada realidad,
en cada tiempo y eternidad...

Mejor dejo de buscarte,
me quedo aquí para que tú me encuentres,
para así poder convencida decirte:
Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad.

A.M.Z.P.©
10/02/09